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domingo, 23 de marzo de 2008

Arrastrado hasta la muerte.

Todos aquellos que hayáis visto la película ¿Conoces a Joe Black?, sabréis como La Muerte mata a un inocente para adueñarse de su cuerpo y pasar unas vacaciones en la Tierra. La imagen es espeluznante, pues el inocente en cuestión, Brad Pitt, acaba de enamorarse y camina perdido en sus pensamientos girándose de vez en cuando para ver a su recién conocida amada. Pero así, se termina la acera por la que camina y cruza una calle, una última duda, un último giro, y es atropellado por un coche brutalmente, que lo lanza contra otro que viajaba en sentido contrario. De esta forma, La Muerte consigue un cuerpo humano para llevar a cabo sus vacaciones.
Eso fue en una película, pero, ¿puede la realidad superar a la ficción? Pues desgraciadamente sí. Es posible, que La Muerte como ente, no haya tenido nada que ver para adueñarse del cuerpo del inocente, pero un ser humano, un adolescente de sólo 17 años, se encontró con la muerte de la misma forma que el personaje representado por Brad Pitt, rebotando de coche en coche, pero con un final mucho peor...
El pobre adolescente conducía un ciclomotor por la carretera comarcal que une las localidades de La Nucía y Alfaz del Pi. Todos sabemos que muchos adolescentes conducen sus ciclomotores de manera alocada y haciendo mucho ruido con sus tubos de escape, pero puede que este joven de Alfaz del Pi, fuese circulando adecuadamente cuando se encontró cara a cara con el más duro rostro de la muerte.
Iba con su ciclomotor en dirección a su pueblo cuando impactó con un turismo que salía por una vía perpendicular, supongo que sin preferencia. Instantes después, los residentes de la zona y los testigos de lo ocurrido, alertaron a los equipos de emergencias y a las fuerzas de seguridad. Pero para su gran sorpresa, cuando se pusieron a buscar al joven, no lo pudieron encontrar y llegaron a pensar que el chaval se había asustado por el accidente y había huido. O eso o llamaban al programa de Iker Jiménez para decir que habían presenciado una abducción...
Por desgracia había otra explicación menos ficticia. Y es que otro coche que circulaba en sentido contrario arrolló al adolescente, pues éste tras la primera colisión cayó en el carril contrario. Lo más grave es lo que sucedió a continuación, pues el conductor del segundo vehículo, tras atropellarlo, continuó su marcha en dirección a La Nucía, justo de donde venía el chaval, arrastrándolo hasta su término municipal durante nada menos que dos kilómetros de distancia, según mediciones efectuadas por la Guardia Civil.
Podríamos pensar que el segundo conductor implicado no se dio cuenta de que lo había atropellado y lo llevaba arrastrando, pero las pruebas indican lo contrario, ya que dicho conductor se desvió hacia el interior de una urbanización y allí maniobró reiteradamente marcha atrás y marcha adelante, según se ve en algunas cámaras de seguridad de la urbanización, hasta desprenderse del joven, al que dejó abandonado para después darse a la fuga, según fuentes de la Guardia Civil que investigaron los hechos. ¿Qué había hecho ese joven de tan sólo 17 años de vida para merecer una muerte tan trágica y cruel? ¿Acaso el conductor que lo arrastró no es un ser humano? ¿O sí lo es y resulta que la raza humana no merece la pena?
Creo que en general los seres humanos sí que merecen la pena, pero hay excepciones como la de es individuo asesino a conciencia. ¿Qué puede alegar semejante ser humano en su defensa? Absolutamente nada. En un principio no era el responsable del accidente, luego no tenía motivo para huir de esa manera arrastrando al joven. ¿Se asustó? Lo dudo. Así que, una de dos, o conducía en estado de embriaguez o escondía algo en su coche, imaginaos qué algo, ya que estaban cerca de la zona de marcha por excelencia, Benidorm. Si no es ninguna de esas opciones quiere decir que el individuo es un auténtico sádico, más cruel que el Marqués de Sade.
Cuando llegó el SAMU hasta el lugar de los hechos, ya no pudieron hacer nada por la vida del chaval, más que dejarlo listo para la autopsia. Espero que semejante asesino no escape del peso de la ley, y que pueda ser acusado de homicidio, pues no creo que haya ninguna duda de que fue mucho más que un simple delito de omisión de socorro, o ¿vosotros creéis que una persona que hace todo lo que hizo puede escapar de la justicia con una simple falta? Hay testigos y cámaras, ¡qué los usen!
Lo peor es que del conductor no se sabe nada, ni siquiera su sexo, mucho menos su identidad. Pero espero que gracias a las cámaras de vigilancia que tiene instaladas el Ayuntamiento de La Nucía en su término municipal den con él. Lo normal sería que yo estuviese en contra de esas cámaras de vigilancia, que graban todo lo que hacemos, pero en este caso quedan plenamente justificadas, por tanto no es tan malo perder un poco de libertad porque nos graben, pues sirven para identificar a delincuentes como ese conductor. La Guardia Civil en colaboración con la Policía Local de ambos municipios está analizando las imágenes y espero que puedan identificarlo y detenerlo. Y no digo hacerle lo mismo que él le hizo a ese pobre adolescente, aunque no creáis que no lo tendría bien merecido. Pero confiemos en los agentes de la ley y el orden y en la justicia, ¡qué lo atrapen y pase un buen tiempo a la sombra!
Todo esto hace reflexionar mucho acerca del carácter humano y acerca de lo peligroso que es circular por una carretera, aunque no nos demos cuenta, pues por mejor que llevemos nuestro vehículo, siempre nos podemos topar con un salvaje sin escrúpulos como ése. Una vez hablé de lo triste que es ver los cadáveres de animalitos en las cunetas de las carreteras, esto es muchísimo peor, aunque la muerte de animalitos sea una salvajada también, pero no es lo mismo...
Con esto me despido por hoy seguro de que mis palabras no me llevarán a la hoguera. Y seguro también de que todos vosotros, queridos lectores, declararéis como yo a ese conductor cruel y despiadado merecedor del castigo del más avivado fuego purificador, como también lo deberían merecer todos los que conducen imprudentemente sus vehículos, o en estado de embriaguez , o bajo los efectos de las drogas, y en general todos los delincuentes al volante. ¡Qué se aplique la nueva ley con todas sus consecuencias penales!
¡Buenas noches!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido opinador te saluda Bill Manning desde el otro lado del río Misouri, ciertamente el asunto es espeluznante, yo que tengo hijos que aún no llevan motos pero que en cualquier momento jugueteando pueden darse de bruces con un coche, noté un escalofrío por la espalda al leer la noticia en prensa que todavía me tiene condicionado. En un país de hijosdeputa y de políticos nefastos como es éste hace falta justicia samurái y que la democracia no se desvirtúe. La democracia es el imperio de la ley y allá donde los hideputas no la respeten y cometan atrocidades como la de ese chaval y otras muchas que puedes leer hoy en los periódicos, la justicia debe intervenir para castigar esos comportamientos destructores de vidas y de familias enteras. Nos puede resultar doloroso solamente imaginar el desgarro en padres y hermanos. En fin cada dia me acuerdo más de mi amigo Josey Welles y de sus palabras al referirse a estos desalmados que conviven con nosotros. Lo bonito sería que todo el mundo fuera bueno, pero la realidad es muy diferente y pienso que todos los medios que la tecnología nos aporta deben ser utilizados para preservar la integridad y la seguridad de los niños y en general de los ciudadanos, así que sí a las cámaras de videovigilancia incluso en el IES Enric Valor de Monòver. Chau.

Opinador Lenguaraz dijo...

Querido Bill Maning, que no El Sanguinario...
Yo te saludo desde el mismo lado del río Vinalopó, pero no creo en la justicia samurai, salvo que se aplique tan bien como la aplicó Josey Wales contra los botas rojas. Pero es que lo que le hicieron a su familia no tiene nombre, lo mismo que comenté de la niñita de Ibi. Todas familias destrozadas.
Pero aún así, la ley es la ley, lo que pasa es que habrá que cambiarla.
Por cierto, por si no lo sabes, ya han pescado al conductor del coche, que resultó ser: ¡un matrimonio inglés! Vaya tela... Y los han pescado gracias a la videovigilancia.
Si va en beneficio de todos, habrá que poner cámaras en el centro que nombras, en las calles, en los hospitales y hasta en mi propia casa, puesto que si no hacemos nada ilegal, no tenemos nada que temer, ¿o sí?
Saludos Bill.